martes, 15 de octubre de 2013

CUANDO GRANÁTULA TUVO PLAYA




Modelo general de evolución geológica para la Península Ibérica.



Modelo de evolución geológica de Castilla la Mancha de J.A. González, S. Ordóñez, M. A. García y A. Vázquez. En “Evolución Geológica de Castilla La Mancha, González Martín, J. A. y Vázquez González, A. (Coordinadores): Guía de Castilla La Mancha.  JCCM. 1998”.

 Hace unos 170 millones de años. Una de las épocas en las que Granátula estuvo cerca del litoral.




 
Granátula ha tenido playa en varias ocasiones a lo largo de su historia. Desde la Era Primaria a la Terciaria ha habido varios episodios que han dejado el término municipal sometido a las aguas del mar, cubriéndolo totalmente o siendo límite de costa, mientras que otras veces ha estado afectada por grandes lagos interiores. Son aún apreciables en varias zonas del término evidencias de que tuvo playa y ambiente marino desde hace cientos de millones de años. La piedra donde aró Cristo (rizadura de oleaje de la playa), las piedras calizas (precipitación masiva de CO₂ en mares tropicales y poco profundos que dan lugar al Carbonato Cálcico, junto con restos de conchas y esqueletos de moluscos marinos)  diversos fósiles del entorno (trilobites, ammonites, tronco de pino fosilizado u otros moluscos) o las cruzianas (huellas o rastros fosilizados de animales) son muestra de ello.
Estas etapas de avance y regresión del mar se deben a la evolución geológica del planeta (movimientos tectónicos) que afectan a Europa y particularmente a la Península Ibérica, aunque esta  tiene una evolución independiente en algunas épocas. Será con los grandes choques de placas y la transición hacia etapas de calma cuando se produzcan dos grandes movimientos orogénicos importantes que van a producir esos efectos marinos de avance y retroceso en nuestro entorno. Estos movimientos son la orogenia Hercínica que permitió la unión de todas las masas continentales en un supercontinente llamado  “Pangea” (Era Primaria, entre finales del Devónico y finales del Carbonífero,  entre hace unos 350 a 270 millones de años aprox.) y la Alpina, que provocó el choque de África, el subcontinente indio y la placa Cimmeria contra la placa Euroasiática y provocó el levantamiento de los Pirineos, Alpes, Atlas, Himalaya, etc. (era Terciaria, hace entre unos 37 y 25 millones de años aprox.) .
A grandes rasgos, Granátula comparte los rasgos geológicos comunes de la Submeseta meridional, es decir, la unidad geolígica a la que pertenecemos. Los materiales geológicos se estructuran en dos grandes conjuntos: un basamento antiguo, muy deformado constituido por rocas detríticas (sedimentarias) depositadas en un ambiente marino o litoral, en la Era Primaria, entre finales del Cámbrico y comienzos del Paleozoico inferior (entre 550 hasta los 450 millones de años aprox.); y por otro, una cobertura subhorizontal reciente, de origen continental, vinculada a las crisis climáticas de fines del Terciario y comienzos del Cuaternario (inferior a los 3 millones de años). Por tanto, desde la Era Primaria nuetra zona ha estado sometida a la actividad del mar y un ambiente litoral importante varias veces.
Evidencias de ello encontramos por ej. en las serratas o cerros del término de Granátula, especialmente en la zona noreste. Me refiero a las cruzianas: rastros o huellas fósiles que dejaron animales prehistóricos. En la Era Primaria, y en el Ordívico Inferior, entorno a los 465-470 millones de años se produjo en esta zona una gran actividad de estos animales en los fondos marinos que quedó fosilizada con el paso de millones de años en la cuarcita Armoricana. El origen de la cuarcita está en las antiguas arenas litorales depositadas en un mar que inundaba la zona de Granátula. Estas arenas fueron sometidas a fuertes tensiones hace unos 320 millones de años (orogenia Hercínica, a finales del Carbonífero sobre todo). Estos sedimentos por la presión y elevada temperaturas se transformaron en rocas metamórficas: las arenas en cuarcitas (afloran en las partes altas de las serratas de Granátula, donde se encuentran cruzianas) y las arcillas en pizarras (por ej. en la zona del embalse del río Fresnedas, en Calzada de Calatrava, donde se encuentran fósiles de algunos moluscos y artrópodos). Estas enormes tensiones que duran millones de años van dando lugar a la transformación de esos rastros fósiles en cruzianas o icnofósiles. Por tanto, son vestigios de la actividad biológica conservados en las cuarcitas, no restos de organimos. En Granátula apenas se conservan algunos fósiles, y algunos de ellos pueden provenir del comercio o transporte intencionados (pequeños moluscos). Por ej. en el yacimiento de Oreto y Zuqueca, en diversas tumbas de la necrópolis visitoda (s. V-VIII d. C.) han aparecido algunos o alguna cruziana de bloques que cubren algunas tumbas. 

Por las dimensiones y tipos de cruzianas que aparecen en el término se puede decir que están relacionados por la actividad de artrópodos tipo trilobites, que aparecieron hace unos 540 millones de años y se extinguieron hace unos 252 millones de años, a finales de la Era Primaria en una extinción masita en el límite Pérma-Triásico. Estos rastros nos dan muestra de su actividad diaria, desde comer, guarecerse, desplazarse, excavar o su comportamientos (individual o colectivo).
 

En el término municipal de Granátula (ver mapa topográfico, 811, I, Granátula de Calatrava, IGN, ed.1998) encontramos ciertas zonas de alta densidad de cruzianas. Pero la mayor zona de concentración de estos icnofósiles se encuentra en las sierras del noreste. Exactamente entre el yacimiento de La Encantada (Cerrillo de los Rayos) donde han aparecido muchas cruzianas  en las excavaciones, hasta el cerrillo de la Pilana, al sur del mismo yacimiento. Una superficie de unas 25 ha. donde es característico el color del sustrato de la cuarcita donde se encuentran, con tonalidades de  marrones, rojos o rosas vivos. La actividad agrícola en determinadas zonas del área ha sacado cientos de fragmentos de cuarcita con cruzianas a lo largo de la historia y permanecen allí como un museo al aire libre.
Variaciones en las pistas excavadas por trilobites, según los elementos intervinientes del caparazón dorsal (en amarillo: PL, pleuras distales o puntas genales) o ventral (en rosa: EN, endopoditos; EX, exopoditos; CO, coxa). Según Seilacher (1970)

Esquema de la formación de huellas bilobuladas de tipo Cruziana, con relleno de arena que, tras la litificación, aparece exhumado en relieve inverso en la cara inferior (flecha) de los bancos areniscosos y cuarcíticos. Según Seilacher (1970).


Otras zonas con menor densidad se ubican en el Cerro del Buho, en el borde sur del maar de Varondillo (paraje de Cornicabra), zona de las Mesas, la Laera, pero en general en la zona norte y sur de las serratas del término de Granátula.
Las cruzianas están formadas por 2 lóbulos paralelos en relieve, ornados por crestas oblicuas, que corresponden a las estrías dejadas por los apéndices locomotores de artrópodos (desconocidos), tratándose como hemos dicho, seguramente, de trilobites. Los trilobites son animales que surcaban los suelos marinos, con el objetivo de buscar  microfauna para alimentarse con el método del filtrado de barro del fondo, ya que carecían de apéndices excavadores o prénsiles, así como de piezas bucales trituradoras. Las huellas o cruzianas que dejaron con esta actividad fueron trazadas por la forma de locomoción, abriendo un doble surco en sedimentos arcillosos de cierta plasticidad, bien directamente sobre el fondo, o bien excavado bajo sedimentos blandos (movedizos y embebidos en agua), hasta alcanzar una cota más consistente donde las marcas pueden perdurar.
Estas marcas se rellenaron en un momento posterior por arenas que se compactaron y cementaron para fosilizar después (proceso de litificación).




En el término municipal de Granátula los tipos de cruziana que más abundan por su actividad son la Pascichnia (huellas de locomoción) y la repichnia (alimentación), mientras que es poco frecuente encontrar domichnia (morada). Destacan los didymaulichnus, una pequeña pista bilobulada en superficie lisa; y curiosos son las secciones de monocraterion en el plano de estratificación (bloque de casa icnológica), o los arthrophycus linearis Seiladher, túneles horizontales con rellenos activo y constricciones transversas. Estos últimos se atribuyen a “gusanos” desconocidos que se alimentan dentro de la arena.
Por otro lado existen otros indicios del ambiente litoral. Me refiero a las rizaduras de oleaje o rizaduras de corriente (“ripple marks”), correspondientes a ambientes marinos someros, conservadas en cuarcita y que se encuentran en la parte superior de determinadas serratas o cerros del término. La más importante es la “Piedra donde aró Cristo”, en la cima del Cerro San Blas. Coordenadas UTM: 435445/4295855. Altitud: 742 metros sobre el nivel del mar (msm). Una superficie rugosa de unos 10 m. de largo y 1.5 m. de ancho aproximadamente, con unos surcos paralelos y algo ondulados, con una altura de unos cms. Más abajo he realizado un esquema de su formación y aparecen fotografías. Evidencia la actividad de corrientes marinas cerca de la costa. Además del Cerro San Blas, en camino El Moro o en el extremo sur del Término, (zona de las Rochas) hay pequeños fragmentos que también evidencian este fenómeno (fotografía izquierda).


Algo muy curioso que encontré en el yacimiento de la Encantada fueron los restos del tronco de un árbol (seguramente una conífera de pequeño tamaño, perteneciente a la familia de las pináceas) fosilizado en cuarcita rosácea, con unos 7 cms. de diámetro (ver foto) y perteneciente con toda probabilidad, a los niveles y etapa de las cruzianas y a las rizaduras de oleaje.
(Foto: Tronco de un pino de unos 5 cms. de diámetro hallado en el yacimiento arqueológico de la Encantada y su reconstrucción ideal).



La siguiente etapa en la que Granátula tuvo un ambiente litoral fue a mediados de la etapa secundaria (Jurásico): la Península Ibérica comienza a individualizarse del resto de continentes adyacentes. Se debe a la apertura del Atlántico, al desplazamiento de África hacia el sur y a la apertura en el norte del Golfo de Vizcaya. Este último proceso obliga a la Península Ibérica a girar en el sentido contrario a las agujas del reloj y a producir una comprensión tectónica en el extremo noreste, donde se levantará la Cordillera Pirenaica debido a la colisión con el extremo sureste de Francia.
Después de varias decenas de millones de años, a finales de la Era Secundaria, concretamente en el Cretácico (últimos 125 a 65 millones de años) se producen etapas alternativas de grandes transgresiones y regresiones marinas y de sedimentación de calizas y otras rocas (yesos, arcillas, limos,  etc.). En esta etapa el mar se va a ir alejando poco a poco hasta quedar mas o menos en la situación actual, a mediados de la Era Terciaria, hace unos 25 millones de años. El causante va a ser la orogenia Alpina que produce el choque de la placa Africana con la Euroasiática provocando que la mitad oeste peninsular y la zona de Andalucía emerjan del mar para conformar la estructura actual de la Península Ibérica. Surgen así en España las Cordilleras Cantábrica, los Pirineos y el sistema bético por el plegamiento de materiales sedimentarios en los fondos marinos, a la vez que surgen la depresión del Ebro y la del Guadalquivir. Con el plegamiento Alpino rejuvenecen y elevan las antiguas cordilleras hercínicas (Montes de Toledo, Sistema Central, Sistema Ibérico, etc.) elevándose algunos blosques (horst) y hundiéndose otros (graven).
Con la regresión y avance de mares y grandes lagos desde el Jurásico se van a ir depositando margas, arcillas y calizas en determinadas cuencas interiores, como en la zona de la Mancha, sobre todo en el Pontiense o Mioceno Superior con calizas, (últimos 23 a 5.3 millones de años) que son las que vemos en determinados taludes de caminos y carreteras de nuestro entorno, y llega a medir varios metros de altura en algunos puntos. Ello se debe a la existencia en determinadas épocas de un mar tropical cálido, poco profundo, donde los aportes detríticos son poco importantes,  y donde hay altos niveles de CO2 tanto en la atmósfera (épocas de calentamiento global) como en el mar (efecto acumulativo en épocas de calentamiento) que favorecen la precipitación del Carbonato Cálcico. Pero también a la existencia de grandes concentraciones de organismos que utilizan el carbonato de calcio para construir su esqueleto mineral. Tras su muerte se produce en muchos entornos la acumulación de esos restos minerales en cantidades tales que llegan a constituir sedimentos que dan origen a muchas calizas existentes.
En Granátula encontré uno de estos caparazones de moluscos en el paraje del Cercado (siguiente foto) entre enormes cantidades de piedra caliza que puede explicar el origen mixto (químico y biológico) de estas costras calcáreas.
La precipitación de carbonato cálcico en determinadas épocas y cuencas se vio afectado también por algunos procesos volcánicos. No hay que confundir estos taludes de piedra caliza con algunos que tienen origen hidromagmático que han dado lugar a rebordes crateríticos de calizas en determinadas cuencas basculadas hacia el centro de la depresión como consecuencia de los intensos procesos de subsidencia (por ej. en la Vega de Castellanos donde en determinadas zonas encontramos canteras de dolomías, ver foto) y que son relativamente recientes (con erupciones desde el Pleistoceno inferior hasta el holoceno, desde los últimos 9 millones de años aprox.).
En resumen, a lo largo de la historia Granátula ha tenido en varias ocasiones litoral y un ambiente marino próximo del que quedan algunas evidencias después incluso de varios cientos de millones de años. Las cruzianas o rastros fósiles, algunos fósiles vegetales y de moluscos, los restos de oleaje marino o espesores de piedra caliza evidencian un clima distinto al actual fruto de la evolución geológica de nuestro entorno. Aunque nos resulte extraño,  ciertas serratas o cerros que hoy están a unos 800 metros de altura sobre el nivel del mar estuvieron sumergidas en el mar o fueron línea de costas hace millones de años.









FORMACIÓN DE LA “PIEDRA DONDE ARÓ CRISTO” (RIZADURAS DE OLEAJE, “Ripple marks”).

Deposición de sedimentos en un mar de poca profundidad y cierto movimiento.
Retirada paulatina de las aguas.
Cementación y fosilización.

Elevación de las antiguas zonas de playa. El cerro San Blas por ej. lugar donde se encuentra esta famosa piedra está a 742 m. sobre el nivel del mar, lo que implica que hubo enormes tensiones en rocas y materiales para el ascenso de la sierra.


CRUZIANAS


Parte superior: esquema de las técnicas de excavación según la posición del cuerpo, en un animal con patas anteriores más desarrolladas que las posteriores (variación segmental). Se consideran posiciones isóclinas (horizontal, izquierda), opistoclinas (cabeza arriba, centro) y proclinas (cabeza abajo, derecha), así como sus icnofósiles resultantes. La parte inferior corresponde a distintas actividades y comportamientos posibles, reflejados en las huellas (variación etológica) por los artrópodos generadores de Cruziana y Rusophycus: a, huella de morada; b, idem. de reposo; c, locomoción; d, alimentación; e, combinación compleja de alimentación y morada. Según Seilacher (1970).

Secciones de monocraterion en el plano de estratificación (bloque de casa icnológica).  








Arthrophycus linearis Seiladher, túneles horizontales con rellenos activo y constricciones transversas. Se atribuye a “gusanos prehistóricos” desconocidos que se alimentan dentro de la arena. (Yacimiento de la Encantada).





Pascichnia (huellas de locomoción). Zona de la Encantada,  Pilana y yacimiento de Oreto y Zuqueca..










Posible Rusophycus o Huella de reposo. Zona del yacimiento de La Encantada y el paraje de la Pilana.









Ammonites encontrado en las cercanías de Almansa (Albacete). 

Molusco encontrado  cerca del Volcán de Columba (Granátula de Calatrava).

Juan Manuel Donoso Gómez. Licenciado en Historia.
Estudio de la evolución geológica de Granátula de Calatrava: estudio del registro fósil e icnitas.



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